Era un clamor

Artículo de Carmen Ferreras en “La Opinión de Zamora”

Desde la desaparición del Cuartel Viriato, los zamoranos hemos venido echando de menos la presencia de militares en nuestra ciudad. Desde hace algún tiempo se vienen realizando reuniones y estableciendo contactos siempre discretos con el Ejército, con el fin de recuperar espacios militares como el de Monte la Reina para la vuelta de efectivos que, desde el punto de vista egoísta, incrementarán el censo y ayudarán enormemente a la recuperación de la economía. El comercio tradicional o lo que queda de él, está festejando la noticia como si del gordo de Navidad se tratara. Cierto es que hay un sentimiento más profundo en multitud de zamoranos, por encima de lo material. Los militares siempre han sido queridos y respetados en esta Zamora que creció vinculada al Regimiento Toledo.

Esa posibilidad necesitaba un liderazgo. Mayte Martín Pozo entendió la trascendencia de esa vuelta y lideró desde el minuto uno las negociaciones, respaldada por el Partido Popular y su propia responsabilidad institucional, haciendo posible que ese proyecto se haya puesto en marcha, que ese proyecto haya conseguido luz verde, que ese proyecto sea, no tardando mucho, una realidad que Zamora agradecerá. Tratarán de minimizar ese liderazgo, pero la realidad que es tozuda hablará por sí sola, pondrá las cartas sobre la mesa y de manifiesto el talante y el talento que a veces se le niega a esta política luchadora que, contra viento y marea, contra críticas y alabanzas, hace lo que tiene que hacer en cada momento aunque le cueste, cuántas veces, la incomprensión de propios y extraños.

También los empresarios de Zamora y la siempre eficiente y eficaz Caja Rural, liderada por Cipriano García, han luchado por conseguir lo que parece estar cada día que pasa más cerca, si es que alguien no pone piedrecitas en el camino y estropea las negociaciones. En este punto, quiero tener muy en cuenta a Elier Ballesteros, el conocido empresario toresano, que ha luchado a brazo partido, siendo como es un visionario, para que a Toro y Zamora los militares vuelvan a insuflarle vida. Hace mucho tiempo que Elier Ballesteros lucha por la recuperación de Monte la Reina, no como un terreno destinado al ocio o a la construcción de un polígono baldío, si no para el uso que siempre tuvo, el militar. Elier Ballesteros no quiere ver morir a esta tierra que se queda solitariamente sola, con una despoblación preocupante sobre la que hay que trabajar en firme para evitar la sangría.

Obviamente ha habido muchos zamoranos y otros que no lo son, que han trabajado en la sombra, que han puesto su granito que solo no hace granero pero ayuda al compañero, como reconoce el refrán. Nombres que quedarán oscurecidos por el silencio pero sin cuya participación tampoco hubiera sido posible que esa posibilidad cada vez más cercana de “traer” a Zamora 700 militares sea una realidad. Tomás del Bien, alcalde de Toro, siempre haciendo honor a su apellido, CEOE y Cámara de Comercio, también han sido grandes impulsores de este proyecto. Una vez firmados los acuerdos habrá que trabajar duro recuperando y acondicionando los terrenos para su uso militar. Una plaza como la nuestra no podría quedarse reducida a la Subdelegación de Defensa, dicho con todo el cariño del mundo, conociendo el loable trabajo que viene realizando el Coronel José Andrés Cuéllar Izquierdo, que ha empujado y apoyado lo suyo, también el coronel Lucas, para conseguirlo.

Hoy llega a Zamora el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Francisco Javier Varela. Sea bienvenido. Los aquí bien hallados abrazamos con calor ese proyecto.